Érase una vez, una pedanía de la ciudad de Valencia llamada La Punta, un lugar que desde el siglo XV era conocido por su huerta, alquerías y barracas, casas de muchas personas que, aunque dependen desde 1877 del Ayuntamiento de Valencia, siempre se han sentido como un poblamiento rural con una identidad muy clara y definida.
La vida siguió tranquila hasta 1994, cuando se creó un plan para ampliar el Puerto de Valencia llamado ZAL (Zona de Actividades Logísticas) y la Punta empezó a verse amenazada porque, según este proyecto, la expansión del puerto no podía coexistir con la pedanía y en consecuencia había que destruirla.
El territorio, sujeto al paisaje medioambiental de huerta que lo vertebraba y rodeaba, estaba declarado como zona no urbanizable de especial protección pero se decidió ignorar dicha protección y la peor pesadilla de La Punta se hizo realidad en 1999, cuando los terrenos en cuestión se recalificaron para poder ser expropiados, expulsando a un centenar de familias de sus viviendas y arrasando la huerta y sus casas para cederle al puerto un enorme solar, que sigue abandonado a día de hoy. De esta manera comenzó un conflicto entre los vecinos de la localidad y las grandes empresas y políticos que dura ya más de 20 años.
Para proteger La Punta y su huerta, símbolo de la identidad valenciana, surgieron plataformas vecinales como Recuperem La Punta para luchar contra el proyecto de la ZAL y reivindicar la huerta como parte indisoluble de la idiosincrasia del pueblo valenciano y como motor económico de primer nivel.
Finalmente en 2009 y luego en 2013 y 2015, tres sentencias judiciales de los tribunales, anularon el Plan Especial de la ZAL y los terrenos de La Punta volvieron a ser considerados de protección especial.
Pero la resistencia de los vecinos no sirvió para bloquear definitivamente el proyecto de expansión del puerto, sino solo para paralizarlo. La amenaza de que los trámites para reactivar el Plan de la ZAL seguía latente y, desafortunadamente, ha ocurrido recientemente.
La Generalitat Valenciana ha acreditado recientemente a Valencia como Municipio Turístico, como un destino respetuoso con la identidad del territorio y abanderado de la sostenibilidad económica, social y medioambiental. En medio de esta declaración, La Punta sigue sufriendo las cicatrices que las sentencias a favor de paralizar el proyecto de la ZAL no han conseguido borrar, pues lo que ha sido destruido ya no se puede recuperar y está perdido para siempre. La Punta no solo quiere recuperar su vida sino que también el Plan de la ZAL no vuelva a afectar nunca más el territorio, concienciando al público general que hay que proteger la huerta valenciana y ponerla en valor.
Por esto en marzo 2018 se inauguró SENSEMURS, el primer Encuentro de Muralistas por la Huerta, organizado por la plataforma Horta és Futur No a la ZAL, contando con el apoyo de aproximadamente cincuenta entidades vecinales, cívicas, agrarias y ambientales. El proyecto reunió algunos de los street artists más reconocidos de Europa, entre los cuales destacaron Escif, Blu y Hyuro además de artistas valencianos como Barbiturikills, Sr. Marmota y Elías Taño.
Durante el fin de semana del 10 y el 11 de marzo 2018 se presentaron las intervenciones artísticas al público general, a través de una serie de visitas guiadas y actividades que tuvieron una gran aceptación, reuniendo a casi 200 personas. El arte urbano fue el reclamo principal, pero los asistentes pudieron disfrutar también de una paella de productos ecológicos y de proximidad, así como de un taller de bombas de semillas y de un concierto.
Gracias a eventos como SENSEMURS, a la visibilidad que hoy en día tiene el arte urbano y apoyando a las plataformas vecinales, La Punta podría transformarse en un referente de una nueva política territorial, respetuosa con el entorno natural y su tejido humano para anular definitivamente la ZAL y poder recuperar y recalificar el territorio como espacio verde, vivo y estratégico, anteponiendo el patrimonio natural, la dignidad de sus habitantes y su legado vivo a la especulaciones políticas y financieras.
CURIOSIDAD
En La Punta, está ubicado uno de las obras valencianas de Hyuro, artista reconocida en todo el mundo por sus obras de carácter reivindicativo que cuestionaban el sistema patriarcal y los abusos de poder y permitían la reflexión sobre los roles de género, y que desafortunadamente falleció en noviembre 2020. El mural de este lugar representa a una mujer lanzando tomates; universalmente el lanzamiento de tomate significa rechazo hacia algo y en este caso, se rechazan todos aquellos proyectos urbanos, depredadores, impulsados solo por los intereses personales de los inversores sin tener en cuenta de las vidas y los derechos de las personas pero además de su fuerte significado, el mural representa también el legado de la artista en la ciudad.